10. Primer Venero del Bejarano

Junto a la cascada podemos ver los restos de una antigua construcción de piedra desde donde brota el agua: es la captación del acuífero.

Conocido como primer venero (manantial) del Bejarano, su caudal siempre ha estado activo. De aquí parte el acueducto romano de Valdepuentes (Aqua Augusta) datado en el s. I y con más de 18 Km. de longitud y, para el que este venero, era la presa que desviaba el agua hacia la canalización.

Supuso durante cientos de años el aporte más importante de agua a nuestra ciudad, con 20.000-35.000 m3 al día según cálculos del profesor Ángel Ventura, así como una mejora en la red de saneamiento de la ciudad. Esto hizo que Córdoba gozara de una calidad de vida superior a otras. En época árabe, el acueducto siguió siendo utilizado principalmente para abastecer a la ciudad palatina de Medina Azahara.

Observando esta cascada sentiremos nos damos cuenta de que el agua es la fuente de la vida y no dejaremos de admirar la belleza de lo natural. Algo que supieron ver poetas cordobeses como Góngora o Ricardo Molina, que nos dejaron descripciones de estos lugares cargadas de amor por la naturaleza.